Nora Curonisy come piedras. Esta notable poeta peruana nos pone delante del lenguaje poético de las piedras. Según ella, la poesía está en todo, en el movimiento y en lo inserte y, así como las piedras, te jala y te atrae con sus imágenes y formas. Nora nos da buenas noticias: no hay edad para empezar a publicar; y, otro dato, si quieren mejorar los poemas, dedíquense a la fotografía. Nora Curonisy es una prueba viviente de una artista completa que vive para el arte. Rosa Espinoza se pone voz rocosa y, agazapada desde su caverna, nos habla del movimiento apedreándonos al mínimo descuido. En este capítulo, lamentablemente tenemos que declarar desierto Poesía sinvergüenza, que alguien nos ampare o que la sección pase a mejor vida. En la Bitácora Ruculista, desde el magma volcánico de nuestra voz poética tratamos de rescatar el oficio poético de los coleccionistas o más bien intentamos encontrar si hay alguna piedra significativa en nuestras vidas. La discusión se pone álgida cuando comparamos a Rodin con una piedra de río |
Poesíasinvergüenza
Desierto