Fanatismos literarios – Patricio Sé

El fanatismo se confunde con la obsesión y la obsesión, muchas veces, con la pasión. Así el Ruculismo se declara fanático de su propia ceguera, de pasiones y obsesiones inalcanzables, desde el trilladísimo fútbol hasta la cetrería. Es por eso que esta semana invitamos a Patricio Se, poeta y editor argentino que, por el contrario, alcanzó con éxito el anhelo colectivo de rendirle un homenaje fanático a Roberto Bolaño con la antología 266, entre un grupo de justamente 266 autores del mundo. A pesar de ello, Patricio nos cuenta sobre su antifanatismo por Bolaño y sus reparos con las obsesiones.
En el dato Rosa, Rosa Espinoza con voz aguardientosa de tanto apoyar a las barras bravas zurdoambientalistas, nos da cátedra sobre los fanfics novelescos, en los que la fanaticada da cuenta de nuevos finales, crossover entre autores, personajes y las más ingeniosas creaciones, al margen de la crítica literaria.
En Poesíasinvergüenza, recibimos el poema del fanático ruculista Alan Muñoz-Olivares, quien desde Concepción nos manda un poema en el que nos restriega que no hay poesía alguna que cure el mal de amor.
En la bitácora ruculista, al borde del delirio por hambre, declaramos al Ruculismo una secta de inspiración mesiánico-milenarista y aires carismáticos.
No perdemos nada intentando remontar nuestras horas bajas con cualquier fe que convierta nuestra pasión en ciego fanatismo.

Poesíasinvergüenza 

En el pleistoceno del lenguaje

cuando apenas balbuceaban las palabras

El amor no dio abasto para los cuerdos

y enloqueció por un maleficio para necios

La poesía, en tanto, mala como ella sola,

rescató al amor arrugado

desde el papelero

creyendo que su propio amor

sería el amor propio que le faltaba

Enamorados de tanta locura

trajeron a un poeta pésimo desde los bares

para menguar su amor venido del Olimpo

y hacer menester de sus bajas esperanzas

El poeta aún en su gravidez,

todavía entre resacas, se dio cuenta que:

La poesía no cura el mal de amor

el mal de amor no cura la mala poesía

Mal de Amor y Mala Poesía

tuvieron un retoño

demoniaco, lúgubre y atormentado,

que se llamó Resentimiento

Mal de Amor y Mala Poesía concluyeron

que un hijo anegado no es suficiente

para trascender la urgencia de las palabras

por lo que

los perdimos a los dos el mismo día

Muerte súbita cardiaca por desfibrilación mutua

La autopsia arrojó que ambos

estaban vacuos, uno del otro

Ahora el Resentimiento vaga por el mundo

huérfano de la ignorancia y la pereza

sentenciando en cada cátedra que:

Escribir poesía no es una ascensión espiritual

Si no, una negación a la propia estupidez.

Alan Muñoz-Olivares

Chile

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