CUERPO DE HOMBRE – Fabricio Corsaletti

La vida es un nudo que se aprieta buscando inútilmente desanudarse. Un privilegio cósmico que siempre nos será negado. Se puede buscar una espada que lo corte y que haga la tarea mas fácil, pero eso no ocurrirá nunca. Quizá por eso es mejor idea invitar a Martha Canfield , académica, ensayista, poeta y albacea de Jorge Eduardo Eielson, el mayor nudo que conoceremos.
Nos cuenta de su amistad con el poeta y artista visual por más de cuarenta años en Italia, de la relación fraternal de Eielson con Michele Mulas, de sus cartas a la NASA, pero sobre todo de su manera de jugar con el arte como quien juega con la vida en la orilla de las estrellas.
El dato Rosa -asumiendo el ecopresidio de Rosa Espinoza- llega cargado de misticismo y una sabiduría costurera que no le conocíamos. Hace nudos desde su amor por la tierra y los desanuda tejiendo consejos para unir poemas rotos.
En Poesíasinvergüenza, recibimos desde Ibagué, Colombia el poema de Paula Guevara de quien no sabemos mucho, excepto que nos dejó pensando con su texto donde se queman bibliotecas irresponsables maullándole a la luna.
En la bitácora ruculista nos declaramos quipucamallocs y nos anudamos la pena de no haber sido suficientes, y no saber atar ni las zapatillas maratónicas de las madrugadas, el destierro o el desamor.

Poesíasinvergüenza 

Exploración nocturna

¿por dónde se pasea dios en esta noche pálida?

¿se me sube a brincos al pecho

O me camina como las arañas recorren

la tierra húmeda de mi silencio?

es inesperada esta ausencia que me riega el alma

hace arder al cerrojo entre mis caderas

pero él me pellizca la boca abierta

me sienta al borde de sus dientes

es gozosa la divinidad explorada

tiene gusto a limón lleno

me humedece el cristal de las pupilas

¿te reencarnas o transmutas ávido en mí?

tu reflejo es celoso

se descama

se rompe

me cuesta mantenerte

como única pieza fija

atrapado en mí

respirar nunca se me ha dado del todo bien

sigo la senda ancha

todavía le temo a la angosta

¿qué habrá más allá

del clímax de tu consciencia curvada

de placer en la mía?

tu naturaleza inmaculada me abandona

sin llegar a nutrirme

qué infernal es tu paraíso

este amarre a carcajadas

de un ser que no es hacia un otro

que jamás nunca llegará a ser

Camila Segovia Andías

Chile

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