Clemente Riedemman

Valdivia, 1953

Poeta, cronista y ensayista con distinciones literarias en el país y el extranjero. Obras: Karra Maw´n (1984); Primer Arqueo (1989); Gente en la carretera (2001); Isla del Rey (2003); Coronación de Enrique Brouwer (2007); Suralidad, antropología poética del sur de Chile (2012, ensayo en colaboración con Claudia Arellano); Una casa junto al río (2016, antología); Riedemann Blues (2017); Breviario (2021); y Rewind: memorias literarias (2023). También ha publicado teatro, canciones y artículos sobre arte contemporáneo.

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NO ERES LA ÚNICA QUE USA GAFAS


No eres la única que usa gafas cuando estás triste. Vi a otras mujeres en
la puerta del centro comercial que bien podrían haber sido golpeadas
alrededor del mediodía.
No sé cómo hay tipos que tienen estómago para golpear a sus mujeres
una vez por semana, ni se cómo hay mujeres que pueden resistirlo y salen
de compras con las gafas puestas.
Tú y las demás deberían salir con sus moretones al desnudo, a ver qué
pasa con la ciudadanía. Acaso sólo obtendrían una que otra sonrisa.
Quizás consigan un par de gafas gratis de Vendóme.
No eres la única y la producción de gafas continúa en aumento. Sólo cabe
ponerse de tu lado y de las otras que van al mall con sus aires de diva y
viéndolo todo negro un miércoles como éste.

QUIERE TENER MUCHOS HOMBRES

Los quiere cada vez distintos, aunque siempre distantes. Tipos que la
hagan zumbar, vivir la eternidad del momento, pero sin comprometer su
destino.
Quiere tener muchos hombres, no cualquiera, se entiende, sino extraídos
con lupa de entre aquellos que la conectan y la encienden en los espacios
de encuentro.
No quiere que la quieran, ni la cuiden, pues se adiestró en el
conocimiento de la selva y puede llegar a solas a casa de su abuela.

Tuvo un par de maridos, matrimonios más bien dramáticos, con inicios
relampagueantes y finales para el olvido. Así que ahora anda dando
vueltas por ambos hemisferios, varias docenas de ciudades y como
setecientas calles.
Es su manera de lidiar con el destino: nunca tiene todo lo que quiere,
pero tampoco se queda con las manos vacías, los pechos hundidos o el
alma para la posteridad.
Quiere tener machos, muchos, pero conservar en su sangre a quienes en
verdad ama, que no los cuenta por docenas, ni por cientos. A lo mejor un
par. Uno solo, quizás.

OJALÁ QUE TODO SALGA BIEN


Ojalá que retornemos a aquel escaño de piedra donde conversamos por
primera vez, poseídos por la confianza y el buen humor.
Ojalá que nos brindemos todo el cariño acumulado a partir de ese
encuentro y que nada externo al milagro de estar juntos ponga atajo a esa
conversación.
Ojalá que todo salga bien y nos aceptemos tal como somos. Que
podamos sostenernos sin recurrir a subterfugios ni intrigas, ni cartas bajo
la manga.
Que cada uno vaya a solas por donde sea preciso avanzar. Y que juntos
logremos ser algo superior a nosotros. Algo más potente, más inteligente
y más amable.
Ojalá que todo salga bien y podamos brindarnos sin reservas. Que
seamos no el uno para el otro, sino los dos para todos.
Que las gentes vengan a nosotros como quien se acerca a una encina, una
casa, una corriente de agua. Y que nuestra energía ayude a las semillas a
expandirse bajo la tierra.
Ojalá que todo salga bien y podamos amarnos tal como somos.


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