Rodrigo Rojas

LIMA 1971

Poeta y académico. Ha publicado cuatro libros de poesía y dos libros de ensayo. Sus poemas y traducciones han sido publicadas en revistas de México, Estados Unidos, Sudáfrica y Perú. Es miembro del Centro de Estudios del Agua.

TINTA CHINA

En un cuenco de vidrio con tinta sumerjo el pincel plano no8.
Las cerdas empapadas se doblan levemente y siguen bebiendo.

Hace trece minutos el sol se hundió granate.
Hace los mismos minutos el cielo es azul vena cava.

La noche permite que la luz se retire desde el centro
de las cosas, las formas abandonan sus límites.

En el cuenco la tinta es de un negro sólido, un agua espesa y sin brillo.
Será difícil dar cuenta de la velocidad turbia del ocaso.

Hay algo que no permanece en los colores, la densa gravedad
de la rosa cromática que se encorva. Sin ese azul no hay rojo.

Sin ese rojo de pomelo sangrón no hay negro. Este es un instante
disparejo y cóncavo, la fuente de todo contraste.

El pincel aspira al trazo ancho, se inunda como lo hacen las sombras
que se juntan en la madre de todas las sombras, pero sin dramatismo.

Vendrá primero la silueta del jardín, nunca el cielo. La noche crece
desde las plantas, se hincha con todo lo bebido.

La oscuridad es líquida y surge del suelo. La tinta crea una espuma tímida cuando la recogen los pelos del pincel. Todo es una migración en curso.

Los ingleses la llaman india. Para los holandeses viene de las Islas de Barlovento en el Caribe. En francés, alemán y español es tinta china.

El negro sobre el papel blanco debiera ser un lazo que se cierra.
En la pincelada india -líquido negro de la China- todo parece transición.

El pincel plano, en un solo gesto, puede trazar las espinas del agave,
los pequeños dientes alineados al borde de cada hoja carnosa.

Pero ese horizonte de suculentas parece una manada de cachalotes,
la silueta de sus crías con mandíbulas abiertas en la primera vocal.

¿Qué oscuridad hay en el nombre de la tinta? Las cerdas cubren
el peso de lo exótico ¿colonias, esclavos, máscaras de una guerra?

Hundo el pincel, pinto las puntas de cada espina. Avanzo rápido, liviano.
La noche llega al papel, el negro no es más que negro.

Vierto más tinta en el cuenco, el líquido borbotea desde la botella al vidrio.
La etiqueta anuncia: “producto de los Países Bajos.”

Las formas son formas, las mareas que cubren el papel son mareas,
la oscuridad no es más que espacio negativo, el brochazo es una resta.