Rafael Soler
Valencia 1944
Ha publicado seis libros de poesía: Los sitios interiores (1980, accésit del Premio Juan Ramón Jiménez), Maneras de volver (2009), Las cartas que debía (2011), Ácido almíbar (2014, Premio de la Crítica Literaria Valenciana), No eres nadie hasta que te disparan (2016) y Las razones del hombre delgado (2021). Autor de seis novelas y dos libros de relatos. Libros suyos han sido publicados en Hungría, Japón, Italia, Estados Unidos, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Honduras y Perú.
No se detiene la memoria
De ocasiones perdidas los bolsillos llenos
a componer tu hacienda vienes
con la calma suicida del que tiene
un pacto de honor con su verdugo
las manos por el tiempo de escarcha tatuadas
en blanco tu cuaderno donde anotabas todo
curtido el corazón en la intemperie
y sabes
que la vuelta a cuanto fue es imposible
que ahora la lluvia se viste de ceniza
y que el bastón de mando
antaño bienvenido
es hoy el palo con que ahuyentas
a los gatos que tus entrañas crían
monarca de lo poco
y señor de lo que queda en nada.
El viaje es lo que importa
Vamos al Sena decidiste
sin apretar la boca
y yo acepté
pues siempre fuimos dos y somos uno
de camino
un antipático taxista
nos dio la noticia en pésimo francés
flotando indiferentes a la lluvia
dos jóvenes de edades parecidas a las nuestras
alcanzaban la rive gauche de madrugada
ella lucía el collar que te compré
en el duty free del aeropuerto
y pálido también en su abandono
él llevaba mis zapatos de tafilete oscuro
todos callaron cuando un bombero anónimo
encomendó sus cuerpos
con la urgencia eficaz del funcionario
ahogados de la mano
ajenos al desvarío azul de las sirenas
nuestros labios compartían un único deseo
que nadie supo descifrar
pero esa es otra historia
que segó mi descuido y tu pistola.
The false tidiness of debris
From back to the wall
the chronically insane are naturally pacific
and very talkative
they carry their deceased with diffuse dignity
who they know well
posthumous survivors of the other who were once
emeriti ballerina
illustrious tenured academics
high judges fathers of nations
a chronically insane man
raises his arms to call the sun
and even though he lives persecuted by invisible threats
embedded tenaciously in his routine
he can surprise you with an unexpected talent
let’s say multiplying one thousand five-hundred-twelve
by your license plate number
and be unharmed by the effort
even though he may carry a clothespin in his pocket
there are more categories
sad paranoiacs
sharp schizophrenics
Traducción al inglés
por Gwen Osterwald