La famosísima poeta gallega Yolanda Castaño nos visita desde su Residencia Literaria 1863 en la ciudad de A Coruña. Giles Castel desde Currarehue, Chile, nos comparte su poema ecologista. En la Bitácora Ruculista exploramos la relación entre el ruculismo y los factores ecosimbióticos.
Poesíasinvergüenza
Quiero abrir una montaña
Quiero abrir una montaña
Pero no puedo
Tiene muchas piedras y arboles y cuanta naturaleza caiga en el ojo.
Como un bosque, como un lago, etcetera etcetera etcetera.
Quiero abrir una montaña pero no tengo millones de dolares para poner detonadores que hagan volar sus tripas como árboles por el río sangrando
E instalar un complejo minero o turístico u hotelero,
En el mejor de los casos, los tres.
Uno al lado del otro,
Invitar a mis amigos
Y pasear con mis nietos
Por la herencia familiar
junto a peces muertos
De no nacer y sin pescar.
Quiero descuadrar toda esta corrida de cerros que me tapan el sol
Pero no puedo
Tengo muy poco tiempo
Para desollar con mis manos
Su piel como tierra ensuciadora de zapatos.
Quiero bombardear
Huemules, chinchillas y cuanto pajarráco sobrevuele los coigues enfilados.
Postones, eso me falta,
Postones y portones repartidos por los ventisqueros.
¿que puede importarme a mi el asqueroso canto de los cormoranes?
Si algo sé, es que la montaña reemplaza sus animales muertos
Con bacterias como sushi para insectos.
Quiero abrir una montaña
Pero solo dispongo de un bisturí de papel
Que me sirve para escribir con la boca cerrada
Cuando quiero abrir una montaña
Quiero abrir una montaña y gracias al cielo no puedo ni podré
Y me entristezco profundamente
Porque sé
Que otros lo están haciendo.
Giles Castel – Chile