Si usamos palabras, somos poetas. Si no las usamos, somos poetas resilientes. Ha recibido el Premio Nobel Alternativo la poeta, chileno-ecuatoriana, y, además, significativa, Romina Samaniego. Como fonoaudióloga nos ha prescrito equivocarnos, porque el error es lugar del arte, más allá de cualquier resultado. En Poesíasinvergüenza, Gabriel Pérez Díaz, desde Hualpén, denuncia a la palabra por ponernos restricciones y limitarnos la conmoción. La Bitácora Ruculista da cuenta de la desconfianza del Ruculismo en las palabras y la necesidad de devolverles la dignidad de su significado.
Poesíasinvergüenza:
La poesía es conectar con las sensaciones de un momento
Es como abrirse paso entre el ruido y escuchar la melodía de las cosas
Revolotear como un electrón más en medio de la corriente
Es querer imitar la ilusión de llovizna
que crea el viento y las ramas de los árboles
Es como sentirse fuego en el ritmo galopante del orgasmo inminente de otro cuerpo
No se puede asir realmente la poesía
Unx como humanx recurre a las palabras
porque es el objeto con que el fija el torrente de la experiencia
Pero hay palabras que se sienten más objeto que otras
y unx en su pretensión quiere escribir libre de las restricciones de las palabras
Y tal vez la poesía es arrebolarse el pecho intentando no cederle tanto espacio a esas palabras
Y un poema es lo que se pudo dar en ese ensayo permanente
De hacer habitables ciertas palabras
O más bien de volverlas parte de una misma
Por el tiempo que dura el corazón latiendo al ritmo del centelleo de la conmoción
Gabriel Pérez Díaz – Chile