Ninfa María

Cecilia Beltrami, alias NINFA MARÍA,  es psicóloga , performer, fotógrafa y poeta. El 2018 publica su primer poemario Líquida, también se posiciona dentro de los mejores relatos del 1° Concurso de Minificción Zetta (Venezuela). Participa del 1° Festival de Poesía en las Escuelas, así como de lecturas poéticas en tomas feministas de distintas universidades de Santiago y del ciclo Gritonas, en Coquimbo. Gestiona el ciclo poético Poesía sin aplausos, con presentaciones en la IV región. Fue parte del Laboratorio de Escritura de las Américas, auspiciado por la Fundación Pablo Neruda, participando en su publicación N°30, Horóscopo Andino. Además, sus poemas son incluidos en la Antología Sin Fronteras de la Sociedad de Escritores de Chile Sin Fronteras. Algunos de sus poemas han sido publicados en medios electrónicos, tales como Diario Cine y Literatura.cl, Revista La Marraqueta y Revista Grifo, así como en las antologías: Tumbos y Poesía en Toma

Estoy tratando

Sí, he tratado de ser como ellos

incluso si nací más alta

más indecisa al poner sellos

y más ridícula entre mis faldas

Trato de meter mi almuerzo suculento

en unos potes tan pequeños

la salsita resbala y se pierde

lo ensucia todo

hay algo que queda fuera siempre

¿una parte de mí?

la de los toros sueños

creciendo hacia la niñez

mientras los espectadores con miedo

me dicen que camine con los codos

que limpie el exceso

como se hace en la adultez

raspándose todos los apoyos

tendiendo a la tierra

¡No!

yo sólo me arrodillo ante el arroyo

ante el kinkaburi de los árboles que refrescan

busco estirarme hacia las galaxias que aterran

y que beso

probar trepar un poco

La salsa que resbala

cae al suelo

mis heridas saben dulce

adentro de ellas yo me toco

me siento y me conozco

bebo mi silencioso ulte

a veces llego a vislumbrar el cielo

pero siempre me retan, porque me aporreo

Normal he tratado de ser

pero la tiritona me marca

me enrolla en sus vestidos

sus velos no me dejan ver

me encierro en un arca

y llena de sinsentido

dentro de ella me echo a correr

ciega e involuntariamente lozana

como esa fruta fresca

que en un cajón olvidada

ya sabe su destino

de musgo y moscas larvadas

Mis bordes son engañosos

juro que ahí he tratado de calzar

de entender esos dardos

que se me pegan como si fuera un blanco

trato de ponerme una rosita en la cabeza

y de llevar un queque a la fiesta

pero todo lo inunda ese jugo

Para ocultar las manchas uso ropa limpia y negra

una sonrisa nunca tan loca

y mis ganas de saber qué es lo que cuenta

He tratado con la tele y la radio

pero tanta idiotez no me la banco

a veces lo mismo en la fiesta

con la salsita

y mis heridas

No hay arroyos

ni destinos

sólo ulte y dardos perdidos.