Niall Binns

Londres, 1965

Niall Binns nació en Londres y es hijo de padres escoceses. Después de estudiar
Filología Clásica en Oxford y Letras Hispánicas en Santiago de Chile, en 1993 se
instaló y se doctoró en Madrid, donde hoy es catedrático de Literatura
Hispanoamericana en la Universidad Complutense. Obtuvo el Premio de Poesía de
Villafranca del Bierzo con 5 Love Songs (Villafranca, 1999) y el Premio Gabriel
Celaya con Tratado sobre los buitres (Alzira, 2002; Jujuy, 2009; Santiago de Chile,
2011). Ha publicado también Canciones bajo el muérdago (Madrid, 2003) y las
antologías Oficio de carroñero (Caracas, 2006) y Salido de madre (Santiago de
Chile, 2010). Es responsable de las ediciones españolas de Obras completas & algo (2006; 2011) de Nicanor Parra, y El árbol de la memoria (2000) de Jorge Teillier.
Junto a Vanesa Pérez-Sauquillo, tradujo y prologó Muertes y entradas (2003) de
Dylan Thomas. Ha traducido también Aves y hombres de William H. Hudson (2022).
Como ensayista, sus libros incluyen Un vals en un montón de escombros: poesía
hispanoamericana entre la modernidad y la postmodernidad (1999), La poesía de
Jorge Teillier: la tragedia de los lares (2001), ¿Callejón sin salida? La crisis ecológica
en la poesía hispanoamericana (2004), Nicanor Parra o el arte de la demolición
(2014), y varios libros sobre el impacto de la guerra civil española en América Latina
y sus escritores.

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Christmas Story

Yo compro el pavo, el oporto y el pudding
Tú el mazapán, el marisco, el turrón
Compro crackers, mince pies, mantequilla de brandy
salsa de pan, y de arándano agrio
Tú compras polvorones, nueces y chocolate
y una ristra de luces navideñas
Paso toda una tarde en Marks & Spencers
Tú vas y vienes por El Corte Inglés
Compro un compact de Carlos Núñez para mis padres
Tú una botella de champán para los tuyos
Compro media docena de botellas de Rioja
La tarjeta visa arde entre tus manos
Compro media docena de paquetes
de media docena de latas de guinness
Tú acumulas boletos de lotería: en vano
Y entrando en el salón nos detenemos
y nos besamos largamente bajo el muérdago
Desempaquetamos comida, empaquetamos regalos
Tú pelas las patatas, y limpias el marisco
la lechuga, las coles de Bruselas
Yo sepulto un penique en el pudding
– Si te toca el penique
tendrás suerte en el año (no te rías de mí)
Tú pones el mantel especial, con las velas
rojas, los crackers y las nueces
Por el culo del pavo yo introduzco el relleno
de albaricoque, almendra y tomillo
– La comida inglesa es una mierda, te ríes
– La cocina española no existe, te contesto
casi. Pero no: me controlo: es Navidad
Tú pones un cassette de villancicos
Y al volver al salón nos detenemos
y nos besamos anchamente bajo el muérdago
Dedicas una tarde a poner el Belén
Yo a decorar el árbol: pongo una estrella arriba
Un ángel ha perdido la cabeza, te quejas
Con ternura lo entierras en el heno
Los pastores despiertan: uno apunta
a la estrella de plástico en mi árbol
Cuando vas al servicio, desalojo al bebé
y recuesto en el pesebre a un burro
Extravío a los reyes por el cuarto
En un sillón, Melchor; Baltasar, con el cactus

Gaspar en un estante, con gesto de suicida
De vuelta en el salón, rompes a llorar
Muerto de la risa, me tildas de insensible
Te he faltado el respeto, a tu fe, tu cultura
Estoy hasta el culo de católicos; tú
estás harta, me dices, de mi vacío
– And so, canta John Lennon, this is Christmas
y en efecto – What have we done?, mi amor
te pregunto.

Tú te encoges de hombros
Y al salir del salón apenas nos detenemos
nos rozamos los labios bajo el muérdago
Yo sirvo el pavo, el oporto y el pudding
el marisco, las coles de Bruselas, la salsa
de pan, el mazapán, el turrón, las patatas
los polvorones, nueces, mantequilla de brandy
el rioja, mince pies y la salsa de agrio arándano
Te tocó a ti el penique en el pudding
Me tocó a mí el fregar los platos, la cocina
Tomamos café en el sofá, tú quieres
que salgamos con tus amigos. Es
Noche Buena: celebremos. Pero yo
sólo pienso, de repente, en mi casa, navidades
de ayer: I was dreaming
of a White Christmas, unas pascuas blancas…
Desapareces de pronto, te disfrazas
de Papá Noel, y bajas, roja, riéndote
me rellenas de tontas baratijas
la media que colgué
al pie de la falsa chimenea, como en broma
Te sientas en mis rodillas, bella, barbuda
– Felices Pascuas, me susurras
Y al salir del salón nos detenemos
y nos mordemos lentamente bajo el muérdago
Tú estás harta del pavo, del oporto y el pudding
Simplemente pensar en el turrón da náuseas
Relleno bolsa tras bolsa de basura con restos
de marisco, pedazos de patatas, coles
paquetes vacíos, latas estrujadas
salsa de pan ya tiesa, papel de chocolate
huesos de pavo, cáscaras de nueces
Me dan risa tus gases; te asquean los míos
En voz baja cantas Noche de Paz
A voz en cuello aúllo We Three Kings, y de pronto
“Navidad Navidad” y todo el retintín
de Dulce Navidad, corean tus sobrinos

encantadores, ¡qué sorpresa!, por su teléfono móvil
– Merry Christmas!, les grito, and a Happy New Year!
Para ti, sin embargo, es como hablarte en chino
Tú te arrancas la barba blanca de Santa Claus
Brilla tanto tu cara como el traje
Hay trozos de algodón pegados a tu piel
Tienes las manos negras. – Con carbón, dices: Coal!
Echado en el sofá, como si no existieras
paso de ti y todo, olímpicamente
Me atiborro de latas de cerveza
me atiborro
de latas de cerveza
Y cuando dan las doce, al irnos a dormir
no nos detenemos
nos evitamos para siempre bajo el muérdago

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Los buitres ibéricos: Gypaetus Barbatus

Desde finales de diciembre o enero la hembra pone 2 huevos
rojizos, con manchas grises. Los dos adultos los incuban por
turno (la hembra más tiempo que el macho) durante 55 a 60
días. Como el segundo huevo es generalmente puesto 4 ó 5
días después del primero, el último en nacer suele ser
perseguido por el mayor y termina por perecer.

Karel Stastny

Un hermano menor es siempre una molestia
Su vida es un esfuerzo febril por usurpar
el papel que corresponde al primogénito
Experto en el chantaje emocional
pretende congraciarse con sus padres
con quejas lastimeras y un hipo inconsolable
para así concretar la insubordinación
insidiosa, el golpe de estado que planea

No pienso –sin embargo–

ceder ni un centímetro
Si hay hueso suficiente para uno, es para mí
No tengo inconveniente en dejarle comer
si me harto
Al fin y al cabo, es mi hermano menor
pero no me harto
nunca

GYPS FULVUS

The herd keeps moving as the farmer
unhooks the bell from the dying cow
that hardly hears as the tinkling fades
The griffon vultures eat it
A lost sheep, possibly less
intelligent than its colleagues, enjoyed
a view, unaware of the abyss at its feet
The griffon vultures eat it
Who would have thought that a wild horse
galloping ecstatic through the valley’s meadows
would slip as it crossed the ford in a river
The griffon vultures eat it
A hunter heads into the hills and shoots
The wounded deer hides in the rocks
Riddled with bullets, it bleeds to death
The griffon vultures eat it
A thieving fox will breathe no more
poisoned by a rabbit laced with strychnine
that was placed at the entrance to its lair
The griffon vultures eat it
A mountaineer –a touch absent-minded–
gets lost in the fog, he breaks a leg
No-one knows where he is or that he’s in the mountains
The griffon vultures eat him
A griffon vulture flaps its faltering
wings on the ground. It has gorged itself
on a poisoned fox’s flesh,
lead fragments from a mishunted deer
The griffon vultures eat it