Mezouar El Idrissi

Tetuán 1963

Poeta marroquí. Doctor en Literatura Árabe, miembro de la Unión de los Escritores de Marruecos, presidente de la Encrucijada de la Poesía Iberomarroquí y profesor en la Escuela Superior Rey Fahd de Traducción en Tánger. Ha publicado los poemarios Elegía para la espalda mojada y Entre dos aguas, y traducciones de poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, Vicente Aleixandre, Andrés Sánchez Robayna y otros. Artículos suyos han sido publicados en revistas españolas y árabes.

Revoluciones

No hay jardines que habiten mi tiempo,
por eso no conozco las flores
excepto en los poemas.
Pero Túnez llamó la atención de mis ojos
hacia los jazmines.
Me recordó los claveles de Portugal.
Y porque soy descendiente de las pérdidas,
creeré en la lengua
si las margaritas invadieran
mi tierra.

Poética

La poesía es un arma cargada de futuro
¿Se necesita la poesía?¿ Tiene futuro? Estas sencillas preguntas exigen otras dos que se complementan con ellas; que son: ¿La poesía tiene pasado y presente? ¿Acaso había en el pasado y el presente necesidad de que existiera?
No cabe duda de que la enorme cantidad de textos que no llegaron desde los tiempos remotos hasta hoy, en distintos idiomas, el interminable debate alrededor de los logros y las experiencias poéticas, nos enfrenta con una verdad física incontestable la existencia de este género literario, en sus condiciones históricas y sociales, con la finalidad de dar respuestas a las preguntas del momento, mover lo estable y nutrir la vida con una savia estética y existencial.
Insisto en esto porque creo que ninguna poesía viene del vacío, cualquier poema exige la existencia de una conciencia poética cuyo rasgo principal el viaje a través de las experiencias y los tiempos, convirtiéndose en un medio para lograr el conocimiento, que indaga en la lengua, el estilo, las técnicas y la visión, buscando inventar su singularidad.
Porque es una contemplación crítica, un logro estético y una manera de marcar una distancia que protege al sujeto de repetir el pasado y las experiencias de las demás generaciones. Procura no enfrentarse con ellas, porque lo esencial es interrogar a aquellas generaciones en su aportación creativa; así se evita el discurso conflictivo frente a los grupos anteriores sin justificación alguna, porque la poesía rechaza que se la introduzca en el juego de ajustes de cuentas, o en el matar al padre.
El poema viene del pasado en un movimiento fluyente y también viene, con un movimiento contrario, desde el futuro, para estar aquí en su momento presente.
La poesía, en este sentido, no puede ser otra cosa sino lo que describe el poeta español Gabriel Celaya :¨La poesía es un arma cargada de futuro¨. Es luchar contra el fatalismo, creer en el hombre, apoyar los valores nobles, una poesía que canta la vida y la enriquece, que se abre hacia lo humano e invoca lo local al mismo tiempo.
Exuda comprensión y entendimiento, no tiene complejos con la claridad, sabe escuchar al sujeto común sin olvidar el individual, evita caer en el confesionalismo, vela al lado de las palabras cuidando la expresión y seleccionando las imágenes, celebra el ritmo y se enciende de sentimientos. La poesía, en este sentido, conoce sus límites y sus capacidades, no pretende algo que le pueda ser conflictivo en el futuro, asegura para sí misma ser moderna y modernista y, para su creador ser poeta.
Lo que he dicho es algo que mi poema no ha alcanzado todavía. Es su futuro.