Toda escritura es traslado. Ya lo experimentó Pigafetta en su viaje alrededor del mundo con Magallanes. El poeta chileno Rodrigo Rojas nos sube a su barco para decirnos que los cartógrafos son poetas de símbolos comprensibles y los poetas son cartógrafos de símbolos interiores. El viaje hace surgir lo inesperado, por eso el ruculismo es puro movimiento, sorpresa y naufragio. En Poesíasinvergüenza Isaura Duarte nos sube a su caballo y nos lleva en una cabalgata nocturna a donde no queremos ir. La Bitácora Ruculista hace saltar lo imprevisto. El viaje nos saca de la vida alienada y nos hace vulnerables al error. Cuando viajas miras el lenguaje con distancia y te equivocas con más libertad. ¡Viaja ruculista, los mares existen fuera de tu casa! |
Poesíasinvergüenza
Cabalgata Nocturna.
A Eva Blanco, acuoso viento de entrañas…
A ti: Mujer de Aguadillas Enamoradas.
«Mi bóveda de carne quemándose
en la nada sospechosa de una flor»
Construyo mi muerte debajo de esta carne
en donde no existo.
Soy lejanía, placer, polvo, fatiga…
Supresión y ruptura de un espíritu
tendido en la perpetuidad.
La tensión corpórea es hollada
por flujos en las células de mi sangre
reflujo de tierra y roca negra.
Manos de mi madre
–simbología perfecta–
Libertad cristalina
Opio, cocaína y heroína
de mi Ser niño.
Humos tiemblan y chocan
contra el pensamiento
de un mundo postrado
Náusea y furia
agujereando mi lengua
convulsionada de bostezos.
Gérmenes los hombres
que endurecen el absoluto
de un firmamento azul
devorando mis ojos cabríos.
Veo correr caballos testimoniales
compasivos
desconfigurando mis angustias
en su galopar perfecto.
Franqueza de mi vida
que me veo turbia
y me desnuda la renuncia
de una cabalgata nocturna.
Isaura Duarte – Venezuela