Julio Carrasco

Santiago 1969

Autor de varios libros de poesía y crónica. Integra el colectivo Casagrande, conocido por sus grandes intervenciones de arte en espacios públicos. Vocalista del grupo musical Los Muebles. Ingeniero civil mecánico.

Lógica y belleza en el movimiento elástico de los tiburones

En mi relación con los tiburones no podría mediar otra cosa que la
lógica pura
Quizás por eso representan tan bien la parte de la realidad que
entiendo menos
El lugar que ocupan en mi universo simbólico —por su capacidad
letal y aspecto inexpresivo— está justo en el borde de lo racional,
a un paso de las estrellas de neutrones y demás objetos
monstruosos a los que solo es posible acercarse a través de la
reflexión pero que, paradójicamente, resultan incomprensibles
Pensando en esta dirección alcancé a vislumbrar la sustancia lógica
que me une a los tiburones y por extensión a las demás criaturas
Sin otra alternativa, acepté mi existencia individual Como un
torpedo que tras errar el blanco sigue desplazándose en línea
recta indefinidamente
de forma que encuentra su destino en el momento en que falla
Aerodinámico y solitario
Como un falo en un océano de líquido amniótico.

Primavera en Bangladesh

Puedes imaginar pocas situaciones tan extrañas como regresar a
Bangladesh
y ver que las cosas no se han movido del lugar en que las dejaste:
las mismas calles
(pero vacías).
Los hechos transcurren a su modo, no sé cómo describirlo
Hay flores abriéndose y cerrándose a velocidades imperceptibles,
también hay pájaros
Para quien regresa a Bangladesh la realidad deviene casi un síntoma
de otro asunto
menos relevante
algo así como un dejarse ir en el aire
andar en el tiempo es estarse quieto
Estas avenidas viajaron también, a su manera (no sabes cómo
describirlo)
Ahora que se supone has vuelto
y las recorres, agradablemente confundido
juegas a adivinar en cuál de ellas habrá una emboscada para ti
El viento te peina las pestañas: ten calma forastero
pues es primavera en Bangladesh
y hay sobre todas las cosas una suerte de rocío de algo que no
alcanza a ser incertidumbre, o que lo fue tal vez en otra época, ya
no tiene importancia:
un dejarse estar en el aire
un dejarse ir en el tiempo.

Spring in Bangladesh

You can imagine few situations as strange as returning to Bangladesh
and seeing that things haven’t moved from where you left them:
the same streets
(but empty).
Facts transpire in their way, I don’t know how to describe it
There are flowers opening and closing at undetectable speeds, and
also birds
For those who return to Bangladesh, reality turns into a symptom
of another less relevant issue
something like letting oneself go into the air
strolling in time is being still
These streets traveled too, in their way (I don’t know how to
describe it)
Now apparently you’ve returned
and roam them, agreeably confused
you try to guess in which of them an ambush awaits you
The wind combs your eyelashes: stay calm foreigner
it’s spring in Bangladesh
and there’s a dew over everything of something that isn’t quite
uncertainty, or perhaps was in another time, it doesn’t matter
now:
a letting oneself be in the air
a letting oneself go in time.

Traducción al inglés
por Idra Novey