jean Portante
Luxemburgo, 1950
Es poeta, novelista, traductor, periodista. Su obra, escrita en francés y traducida a numerosos idiomas, incluye unos cuarenta libros: poemas, relatos, obras teatrales, ensayos y novelas, publicados en más de veinte países. Tradujo numerosos libros de la literatura mundial. Desde el 2006 forma parte en Francia de la prestigiosa Academia Mallarmé. Recibió numerosos premios en Francia, entre ellos, en 2013, el prestigioso Premio Mallarmé para su poemario L’étrange langue (La extraña lengua), así que el no menos prestigioso Premio Internacional de literatura francófona Benjamin Fondane en 2012. En 2011 le fue otorgado para el conjunto de su obra el Premio Nacional en Luxemburgo, y en 2014 el premio europeo Petrarca, en Paris. Desde más de 30 años desempeña una labor de traductor, y tradujo a numerosas voces de la poesia mundial, entre otros a Juan Gelman, Jorge Boccanera, Gonzalo Rojas, Valerio Magrelli, Edoardo Sanguineti,
A VECES DE LO POCO QUE QUEDA
el único contable es el sueño.
Cuenta los alientos que van de un silencio a otro
los vuelve a contar
los suma o las resta
los multiplica o divide
y los soplos así pasados por el tamiz de las operaciones
son menos erráticos que antes
y lloran lágrimas puras
y cuentan la distancia que se adueña
del silencio que pisotean.
Son ellos a partir de ahora los contables me digo
suman o restan
multiplican o dividen
pero el silencio
así pasado por el tamiz de las operaciones
menos errático que antes no llora.
Es el contable de la distancia
y a veces de lo poco que queda.
A VECES EN EL HEMISFERIO SUR DEL JARDÍN
ahí donde envejece el almendro
se posa un polvo tan fino
que se diría azúcar o harina
de los días que pasan.
Tiene el gusto del norte el polvo
pero eso sucede en el hemisferio
sur del jardín.
Se ve por el almendro que envejece
como se envejece en el sur.
A veces se aleja el almendro y el polvo
sin saber dónde posarse vuelve a ser este metal
que siempre ha sido o más bien la sombra
de metal o su nieve
que las altas chimeneas
ya no fabrican más a lo largo de los días.
Así trabajan los padres de este lado
del jardín envejeciendo como manzanos.