Carmen Ollé vive como extraña en dos universos: en uno siente, experimenta; en el otro se pregunta, reflexiona. El enigma se instala en la conjunción de ambas poetas que habitan en ella. Su mirada excepcional nos invita a ver lo erótico y adentrarse de vez en cuando los excesos. No hay poema sin abismos exagerados, ¿para qué vivir si no es para enamorarse todo el tiempo? En Poesíasinvergüenza, valoramos las amistades intrusivas que obligan a los poetas a mostrarse. Walter Shulz empujado al escenario, se luce con su performance. En la Bitácora Ruculista, confesamos nuestro erotismo galopante y sediento, llevando todo al exceso con tal de tragarse el deseo. En el colmo de esos trances un Ruculista confiesa haber llevado a las pretendidas a los prostíbulos como parte de un plan trasgresor y literario. |
Poesíasinvergüenza:
Un día me amarás
Un día me amarás no con
la cercanía de un beso…
Ni en el acto de sentir crecer
hacia dentro de tu cuerpo
mi carne ardiente…
Me amarás
en el instante
más terrible
más triste del abandonado amor…
Me amarás en el recuerdo…
y oirás mis palabras calladas
y tomarás mis manos ausentes…
En lo incierto
de lo cierto que fue querernos…
De lo real que fue lo invisible…
lo tan poco duradero…
En la eternidad de lo efímero..
En lo imaginario y lo irreal…
Llorando me amarás…
Sonriendo en secreto
me amarás…
Pensando lo impensable
igualmente me amarás…
La verdad tiene dos lados…
El tuyo y el mío…
La oscuridad del negro profundo
de la noche empalidecida
junto al rojo de la sangre soleada
en la pasión de los lechos
de mares y caricias…
Lo que iluminaba nuestros ojos…
floreció hacia las penumbras…
Las calles apagadas de silencio
donde me amaste distante…
con tus pechos montañosos
y tus ríos de gemidos…
Serán esa luz ya perdida
que llevan los amantes
encendida…lo que iluminará
nuestras ciudades y selvas …
Lo único real es el amor
que se vive en los sueños…
Lo única fantasía es la pasión
que se vive en un segundo
de un milenio…
Lo que desaparece de las manos
como la vida entre el tiempo…
Es la voz del viento entre unos labios…
Lo que besaron esos besos
ya nunca volverá…
El orgasmo de la muerte
siempre seduce al destino…
Un día me amarás…
Con el cariño que tiene el cuerpo al alma
sabiendo que vas a perderla…
Buscando amarme hasta el final…
Walter Schulz – Chile