Selga Louis es un artista hatiano residente en Chile. Pintor, escritor, agente inmobiliario, escultor, artista plástico y comerciante, nos anima a vender nuestras obras como una forma de hacer circular el arte. “Las obras no se completan si no se venden”, nos dice. Sin embargo, a su juicio, la palabra no tiene precio, la poesía es una cosa espiritual e invaluable. La pintura, en cambio, tiene un mercado, aunque sea intrincado. Si el poeta quiere tener paz y no pasar hambre, debe tener un negocio aparte. Generosamente nos dice que Chile es un país de oportunidades, sin embargo también es patria del clasismo donde es difícil entrar en el mundo de la cultura si no tienes contactos ni buen apellido. El Dato Rosa nos abruma con el recuento cruel de lo que ganan los intermediarios del arte en desmedro de l@s autores. En Poesíasinvergüenza, en un intento desesperado por buscar que nos manden poesía ofrecemos dinero por cada poema que recibamos para comentar al más puro estilo de la bolsa de valores. En la Bitácora Ruculista, calculamos a cuánto ascendería la canasta básica de una persona dedicada a la poesía y el resultado es penoso. El leit motiv del ruculismo no puede ser vender poemas, ¿o sí? Sí, seguro que sí. |
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