Almácigo de penas – Piedad Bonnett

Las cicatrices son las costuras de la memoria y la poesía, un remate imperfecto que nos sana, dañándonos. En un programa desgarrador, la poeta colombiana Piedad Bonnet nos habla del dolor como materia prima de la literatura y del miedo a que ya no nos duela la vida y sus ausencias. A fuerza de poner el pecho a las olas, la poeta fusiona el dolor personal con el dolor colectivo. En el Dato Rosa nos debatimos entre la pena y el regocijo de haber extraviado a Rosa Espinoza. En Poesíasinvergüenza Jasmine Donoso nos consuela y nos perdona todo al final. En la Bitácora Ruculista llegamos a la conclusión esperanzadora de que no hay que cultivar el dolor porque nos puede hundir, pero hay que sofocarlo un poco, esquivarlo un tanto, soslayarlo a veces, lidiar con él con cobarde coraje para, en definitiva, convertirlo en una fuente creativa. Ruculistas, no dejen que el poema los derrote, mucho menos la tristeza. El poema no importa tanto como la poesía.Las cicatrices son las costuras de la memoria y la poesía, un remate imperfecto que nos sana, dañándonos. En un programa desgarrador, la poeta colombiana Piedad Bonnet nos habla del dolor como materia prima de la literatura y del miedo a que ya no nos duela la vida y sus ausencias. A fuerza de poner el pecho a las olas, la poeta fusiona el dolor personal con el dolor colectivo. En el Dato Rosa nos debatimos entre la pena y el regocijo de haber extraviado a Rosa Espinoza. En Poesíasinvergüenza Jasmine Donoso nos consuela y nos perdona todo al final. En la Bitácora Ruculista llegamos a la conclusión esperanzadora de que no hay que cultivar el dolor porque nos puede hundir, pero hay que sofocarlo un poco, esquivarlo un tanto, soslayarlo a veces, lidiar con él con cobarde coraje para, en definitiva, convertirlo en una fuente creativa. Ruculistas, no dejen que el poema los derrote, mucho menos la tristeza. El poema no importa tanto como la poesía.Las cicatrices son las costuras de la memoria y la poesía, un remate imperfecto que nos sana, dañándonos. En un programa desgarrador, la poeta colombiana Piedad Bonnet nos habla del dolor como materia prima de la literatura y del miedo a que ya no nos duela la vida y sus ausencias. A fuerza de poner el pecho a las olas, la poeta fusiona el dolor personal con el dolor colectivo. En el Dato Rosa nos debatimos entre la pena y el regocijo de haber extraviado a Rosa Espinoza. En Poesíasinvergüenza Jasmine Donoso nos consuela y nos perdona todo al final. En la Bitácora Ruculista llegamos a la conclusión esperanzadora de que no hay que cultivar el dolor porque nos puede hundir, pero hay que sofocarlo un poco, esquivarlo un tanto, soslayarlo a veces, lidiar con él con cobarde coraje para, en definitiva, convertirlo en una fuente creativa. Ruculistas, no dejen que el poema los derrote, mucho menos la tristeza. El poema no importa tanto como la poesía.

Poesíasinvergüenza

Yo no soy ese árbol que echa raíces.  

Soy el pájaro que va y vuelve a sus ramas. 

No soy el sol abrasador ni la arena caliente,  

sino el agua que se balancea en la orilla  

y el huidizo viento entre las alas de los albatros. 

No soy el cielo celeste,  

ni siquiera el negro de la noche.  

Soy la nube que pare primeriza en verano  

y el arrebol que olvida la lluvia  

y perdona todo al final del día. 

Jasmine Donoso Alé - Chile 

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